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Mi primer relato

Según algunos, en las antiguas tradiciones de Australia, el hombre está hecho para cantar, esa es su funcion, y por eso tienen las letras...

enmarañados (el monólogo de la araña)

Hoy me siento como aracne, y es que inspirada en el programa de redes, documentales de divulgacion científica, me hubiese gustado desenredar todos los humanos hilos de los prejuicios. justo cuando llegué a esta conclusión, me asaltó una duda: ¿por qué están ahí esos prejuicios? ¿es que de veras creemos que géneticamente tenemos mas en común con nuestro vecino del 4º de ancladas raices españolas (judios conversos en época de los católicos) que con el del 6º marroquí? cuyo tatarabuelo se lió con una española?. Y´ahí fué cuando me enredé en mis telas... ya sabeis, empecé a razonar, a especular y a estrapolar, que a fin de cuentas (en las telas tambien se llevan) es tan humano y de hecho la base de nuestros afectos, y di un paso mas: ¿por qué necesitaría el ser humano rodearse de seres similares a si mismo? ¿es que no nos basta con disfrutar de la diversidad de nuestro mundo? ¿o es que necésitamos perpetuar nuestros sentimientos para justíficar nuestra propia existencia, en otra persona y por tanto procuramos asegurar una base organica lo mas parecida a nosotros? ¿tan seguros estámos de conseguir nuestros fines de esta manera? ¿o tal vez sea la manera de asegurarnos la comunicación con seres a nuestro alcance? de hecho en el mismo programa se habló en otro capítulo de que en laboratorio y con robots se conseguia mejor entre individuos similares...
De cualquier manera los prejuicios solo representarian nuestra debilidad como individuos dentro de este universo... ¿es esa la grandeza humana? ¿o su pequeñez? ?
¿encontraré a quien se atreva a ayudarme a tejer mis hilos en la red?

viajeros

Aqui me presento, rendida a Madrid, despues de escapar de el; legiones de vecinos habran aprovechado la semana santa para reposar los pulmones de nuestro aire superpoblado; yo por llevar la contraria aproveché la pasada santa semana para hacer trabajar los mios al compas de mi corazón, por las tierras donde paseó el cid, y es que esa fiera catedral donde retumban los ecos de tantos pasos al abrigo de la piel del topo romano, que hace su vida tranquila entre épocas, se levanta retando a la naturaleza de sus vecinas cuevas de valporquero. León se llama la ciudad... magerit, la capital.