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Mi primer relato

Según algunos, en las antiguas tradiciones de Australia, el hombre está hecho para cantar, esa es su funcion, y por eso tienen las letras...

Pena

La pena nació conmigo, lloró, me acompañó, me hizo fuerte. Luego, según fui creciendo, fué marchándose a ratos, explorando otros lugares, otras personas, pero seguía hablandome al oido. Tuvimos suerte, dinero, risas y vacaciones, nos gustaba lo que veíamos y nos sentíamos seguras. Decidimos separarnos una temporada y contarnos después, y yo fuí feliz. Pero la pena volvió de golpe, contandome todo lo que había acaecido en mi ausencia, recriminandome todos los imposibles actos no representados en las escenas de mi vida, gritandome y chillandome la realidad de nuestras situaciones, bajandome del pedestal de mi pasajera y vacua alegría. Cerré los ojos, un instante, una vida, cuando los abrí la ví de lleno y supe que era mia.

Encelado

-Encelado, el paraiso de la bacteria que nos falta.
-Si, allí iremos. Pasado mañana partimos para aprovisionar a la familia del satriya reinante.
-¿Sabes una cosa? Estoy seguro de que si no fuese por que el satriya reinante es telépata, gracias a la bacteria que vamos a recoger, no sabría del miedo que le tengo, por lo que no le tendría tanto miedo y la utilizaría en beneficio propio.
-Resulta curioso ¿Verdad?
-Siempre me he preguntado que pasaría si robase uno de esos pequeños tubos de ensayo que utilizan para su vigésimo cumpleaños los miembros de la familia. Si lo ingiriese. ¿Será cierto que duele tanto el estadio de pupa?
-Cada vez que he visto a uno de ellos tomar la bacteria se ha pasado al menos un año gritando. Dicen que es por el cambio que provoca en los neurotransmisores del cerebro, que llegan a tener alucinaciones, que sienten como la energía del universo se desgarra para dejarles hueco, pero que la sienten como propia.
-Entonces gritarían todos ellos, no creo que sea eso. Sus vidas se acortan. Para qué me voy a engañar, también a eso le tengo miedo.
-Pero después llegan al extasis, a la telepatía, a la telequinesis.
-Y para llegar a ello se tiran un año oliendo a excremento. 
-Tienen el mayor poder que haya soñado el ser humano. En toda la historia de la especie.
-¿Porqué ellos? ¿Porqué no podemos nosotros tomar esa dichosa bacteria?
-La leyenda cuenta que por el siglo veintidos de la era cristiana se realizó un viaje tripulado por primera vez, que recogieron muestras y las inyectaron en chimpances para poder trasladar viva a la bacteria mientras volvían a la Tierra. Se había estudiado previamente cuál sería el animál más idóneo cómo huesped a partir de bacterias muertas de viajes no tripulados. Durante el camino de regreso los chimpancés entraron en estadio de pupa. Chillaron y chillaron, los mantuvieron vivos a pesar de la empatía que despertaron. Cuando aterrizaban ya se habían hecho con el control de la nave y de sus tripulantes. Habían adquirido todos los conocimientos del equipo humano. Pero lo más asombroso estaba por llegar, eran infinitamente piadosos, seguían unas normas parecidas a las del hinduismo y convencían a todos de que debían ser obedecidos. Consiguieron gobernar la Tierra, durante su corta existencia, pero en la Tierra la bacteria no se extendía, quedaba inocua y esteril. El gobierno de aquellos chimpances fué prospero aunque corto, cuatro años, más los seis de viaje, más los cuatro de vida anteriores a la expedición. Y cuando murieron se temió por la supervivencia de la especie humana. Se llevó gente a Encelado, para tomar allí la bacteria, pero morían, antes o después, con mayor o menor dolor, uno tras otro viaje en balde. Hasta que se consiguío acortar el viaje y se trajo aquí viva, sin huesped, eso aumentó la cantidad de pruebas. La familia Satriya era la indicada, el primero de ellos tomó la bacteria aislada del ambiente terraqueo, consiguió pasar la fase de pupa. Y sobrevivió. Era la marca de sus genes. Aún hoy en día con quinientos miembros transformados, la familia sufre perdidas de un quince por ciento de sus descendientes al tomar ese poderoso microorganismo. Apenas logran incrementar su número, mueren a los veinticinco años y solo pueden tener progenie hasta después de tres años de la ingesta milagrosa. Dicen que la bacteria se infiltra en el cerebro, que ejerce de agonico y antagonico y que llega a regular el microarn-m cambiando completamente la sintesis de proteinas de todo el cuerpo. 
-Increible. Y nosotros viajamos hacia allí pasado mañana. ¿Porqué lo hacemos?
-Porque su gobierno es bueno.