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Mi primer relato

Según algunos, en las antiguas tradiciones de Australia, el hombre está hecho para cantar, esa es su funcion, y por eso tienen las letras...

Parca

 Amelia llevaba tres meses ingresada con pronostico grave. Llevaba semanas con unas alucinaciones muy fuertes, en ellas venían a hacerle daño los amigotes de su novio, el que le había dado la paliza que la llevase a ese estado, pero aún así tuvo fuerzas para pedir a sus familiares que le llevasen a la habitación sus enseres más preciados.

 Podría resultar extraño que entre las cosas que pidió se encontrase una sartén, pero era la sartén de su bisabuela Martina. Aquella noche, entre dolores, comenzó a padecer de nuevo sus paranoias, agarró el preferido objeto dispuesta a defenderse una vez más.

      La muerte, la parca, venía sin prisa pero sin pausa, llevaba ya tiempo esperando la resolución final, sabía que Amelia tenía un pie dentro y el otro fuera, solamente dependía de su estado de ánimo que sobreviviese o no.

 Esta triste sombra guarda recuerdos de todos y cada uno de los que se lleva, y al observar a Amelia pensaba en su bisabuela, en las comunes circunstancias de sus agonías, en el paralelismo de sus vidas. Recordando de esta forma dejaba correr los segundos que separaban la sentencia divina de la ejecución de la misma. Martina... que gran cocinera fué. Pero la sentencia no llegaba a pesar de que Amelia seguía perdiendo energía con sus fantasmas. Por ello la muerte, aburrida, decidió hacerse con un pequeño librito de recetas: Le había entrado gusa. Un tono como de móvil le avisó de la probabilidad de sentencia firme en veinte minutos y leyendo para sobrellevar su angustiosa tarea traspasó la puerta de la habitación de la muchacha dispuesta a esperar en su cabecera.

Amelia, abiertos los sentidos al misterioso más allá por razón de su estado escuchó la entrada de la presencia y agarrando la sartén por el mango, pero al ver el espectro se derrengó casi afixiada de sus esfuerzos. La parca la miró, miró su libro de recetas y miró la sartén que apenas podía sostener Amelia
.
   -¿Sabes tú alguna receta para hacer pollo crujiente? - Le preguntó

-Si algo sé- Respondió la famélica y nerviosa joven

- He tratado varias veces de conseguir que me quede en su punto pero nunca lo he logrado........        

Sin darse cuenta comenzaron una conversación banal, resignadas ambas en la espera del destino, dandose consejos e innovando con la fuerza de la imaginación nuevos y jugosos manjares, discutieron a fondo los porcentajes de azucar de las confituras, la conveniencia de usar horno de leña o parrillas.

El tiempo pasaba y pasaba y ambas no dandole importancia olvidaron qué tenían pendiente.

Cuando llegó el amanecer todavía no había salido sentencia, es más, un nuevo tono de "movil" avisó a la ejecutora de su aplazamiento indefinido. Aún no quiso decirle nada a Amelia, comprendiendo que se debía a la resignada calma la retirada de aquél lugubre tono que, horas antes, había recibido al respecto. Por una vez, la muerte estaba contenta de haber ayudado a alguien a posponer el juicio, acompañando extrañamente a la nieta de aquella Martina tan sabia y apañada.

Cambiar el chip

Año 2040
 Laura soñaba despierta con Alfonso, con su voz calmada, con el tacto de la piel de su mano sobre la suya al tropezarse mientras intentaban coger los libros que se le habían caído a ella en las taquillas del instituto. No podía quitarse de la cabeza sus enormes y profundos ojos marrones. ¡Que mirada más intensa! 
Y entonces, justo entonces la voz de su madre retumbo:

 -¡Luisa ponte cómoda que voy a enchufarte las tres horas de estudio!

 -¡No mamá, no me enchufes aún!

 -Tienes dos minutos para sentarte.

Respondió la madre.
 Luisa, que estaba en el parque, suspiró y buscó un buen asiento. Desde que la habían metido en el programa de estudio forzoso nada era lo mismo.

 -¿Estás ya sentada?-
 preguntó su madre desde su oficina-
 Si mamá, ya estoy sentada.

 La madre apretó el botón y ante los ojos de Luisa empezaron a proyectarse las lecciones del día. No importaba si volteaba la cabeza, los ojos, o siquiera si cerraba los párpados, allí estaba la primera página de la tarde y allí estaría el próximo minuto, para que lo tuviese presente y patente una pequeña alarma sonaba aguda cada poco en sus oídos.
El chip del estudio forzoso, insertado en su cabeza, había cambiado radicalmente su vida, solo le quedaba la esperanza de aprobar y que lo pusiesen en modo suspendido. Iba a ser un trimestre muy largo.

Residuos

En la fotografía podían apreciarse dos filas de árboles sumergiendose y nadando en dos líneas practicamente parelas.-Y esta es la foto de cuando empezaron a fallar los basureros radioactivos. Desde entonces ha sido francamente dificil contarles a los niños la historia de cómo Eva consiguió coger una manzana... ( Eso si, ahora volvemos a vivir setecientos años)

El hombre lluvia

El hombre lluvia era como le conocian todos en la ciudad. Siempre iba con paraguas y siempre tenía un círculo de lluvia sobre el. Alrededor, hiciese el tiempo que hiciese, las gotas salpicaban chorreantes formando pequeños charcos a su paso. En invierno era menos evidente, pero siempre curioso. Aquella tarde ella se atrevió a acercarsele, llevaba tiempo pensándolo. - Disculpeme, no he podido evitar sentir curiosidad por usted, aunque no quisiera ser insolente, pero... ¿No siente melancolía siempre bajo la lluvia? Quisiera hacerle la tarde un poco más grata. He traido algo de música que me gustaría compartir... -Chiquilla, fijate bien, es verano y en verano siempre llevo un arcoiris conmigo.

pesadilla

Siempre tuvo pesadillas, pero pesadillas pesadas. Desde que tenía uso de razón las personas que veía de día parecían transformarse en obscuros monstruos y demonios por la noche. Quizás por la rutina o quien sabe por el frío de la habitación, la dureza del colegio primero y del trabajo después, las prisas, el estress, el futuro incierto... Pero esa noche, se le aparecieron todos, todos juntos, uno detrás del otro, y lo que parecería insoportable, abismalmente atroz, transformaría su percepción para siempre. Esa noche era distinta al resto, porque esa noche era más real que ninguna otra: De alguna forma había tomado conciencia de estar durmiendo, quizás era la rutina, quizás el frío, la dureza del trabajo... Pero su ego estaba presente, dandole con la almohada de forma entusiasmada a cada uno de los fantasmas mientras gritaba... ¡Una primitiva premiada!

Arquetipos (Y seguimos)

Vamos a ver. Punto primero, los "Arquetipillos" esos. ¿De dónde proceden? Porque las primeras "sociedades" se las debemos a "Hembras" y hablo desde el inicio de la "especie". ¿Cómo se suplantó el matriarcado por el patriarcado? ¿No fué en base a la fuerza física? Paso dos: ¿No ha cambiado un poquito la sociedad desde que tenemos máquinas? Y lucha contra el analfabetismo, implantación de la mujer en el mercado de trabajo (Forzosa ya) disolución de los "roles tradicionales" Separación de la familia cuando se trata de "inculcar conocimientos" a la prole... ¿No será necesario cambiar los arquetipos en una sociedad cambiada? ¿En qué se basaran los arquetipos del mañana si la fuerza física ya no es necesaria ni un valor al alza? ¿Serán justos los arquetipos teniendo en cuenta que las funciones desempeñadas son las mismas? Punto tres: Los altos cargos desempeñados por "mujeres específicas" me indican que no pintamos el mundo de rosa precisamente. ¿Vamos a seguir jugando a los arquetipos? Punto cuatro: ¿Donde metemos a las "mujeres" que tienen más testosterona de la normal, los hombres que tienen menos de la normal, los hombres que son inmunes a su propia testosterona y desarrollan cuerpo femenino, las personas con genomas atipicos? ¿Las personas que dicen sentirse identificadas con el arquetipo opuesto? ¿No existen? Yo quiero entender que no vivo en una sociedad arcana ya en la que el individuo no tenía cabida por cuestión de supervivencia, de hecho el papel de la mujer en la antigua sociedad era importantísimo y necesario: Lavar a mano, conocer las especias y alimentos desde el punto de vista sanativo, evitar intoxicaciones, cuidar a más de siete niños en el seno familiar...... Pero hoy en día ¿Qué hacemos? ¿Nos quedamos en casa viendo la tele y enloqueciendo? ¿Metemos vodka en el armario hasta que llegue el macho? Si la sociedad ha cambiado, las situaciones, los contextos, es necesario que hagamos actualización. Y si los puntos para la supervivencia son distintos, forzoso es que cambien nuestros arquetipos. Si algo tiene de glorioso el SER HUMANO es nuestra lucha por sobreponernos a nuestra naturaleza,.. En fin, machos o hembras, buenos días y disfruten de sus propias personalidades.

Astros

En el principio de los tiempos nació el Sol, Astro rey de nuestros cielos. Dios le dió el dón de la curiosidad cuando le creó y, para evitar problemas con este caracter, le proveyó también del dón de iluminar cuanto mirase; y fué de esta forma que también le proveyó de la admiración y el respeto incondicionales de cuantos se hayasen bajo sus reinos, evitándole tener, sin embargo, certeza directa de las miradas de envidia y otros tantos males, que hubiese podido recabar de no tener sus fuegos el poder cegador de lo sublime.

Estando así pertrechado, le encomendó sus funciones: no dejar de mirar, por el crecimiento de las plantas, calentar la tierra e iluminar a las almas humanas que en mayor o menor medida compartiesen, en parte, su espíritu inquisidor. 

Parecería una taréa sencilla, pero lo cierto es que solamente un astro cómo el Sol podía ser tán, tán, pero tán constante en su labor. Ni un solo día se dormía; sin prisa pero sin pausa, sin ceder a la desidia, procedía con cálculo milimetrico a sus afanosos quehaceres. 

Pero ni aún el Sol podría desempeñar sus funciones sin el apoyo de los demás entes de la naturaleza, y esa es nuestra historia.

Al principio de los tiempos, el Sol tenía relativamente pocos problemas, iba haciendo su ruta con una alegría propia de la edad, descubriendo la idiosincrasia propia de la humanidad a lo ancho del globo bajo la forma de sus primeros pobladores. La mayoría le prestaban tanta atención que el Sol se sentía ufano y proseguía su rumbo emocionado.

Es realmente una lástima que cuando una taréa se repite una y otra vez, sin variaciones, pués uno... acabe aburriendose, pero son cosas que pasan. Así que ahí teníamos a nuestro Sol, adorado por todos, con el exito de saberse pieza tán importante en el devenir de los tiempos; y sin embargo, el Sol, si, el mismísimo Sol, comenzó a sentirse inquieto. Fuéron los tiempos de sus primeras tormentas (Sus primeros cambios de humor) y no solamente más de uno quedó fulminantemente ciego, sino que, además, alguno recibió lo que viene a ser... digamos que, cómo cuando uno se atusa el pelo nervioso, cuando no quiere dormir la siesta pero debe, y alguno queda suelto sobre la almohada, pués al Sol... Se le  escapó algún que otro rayito cósmico, y claro, alguno de estos rayos tuvieron repercusiones visibles. No pasaría nada si no fuesemos cómo somos, pero los hombres... Pués eso, que empezaron a aparecer alquimistas.

Los primeros alquimistas no eran del todo buena gente, algunos sacrificaban animales sólo por intentar dar gusto al Sol y que les cayese otro rayito de los suyos. 

Y el Sol, dandose cuenta del percal, se cortó un poco y empezó a fijarse más en los pequeños detalles. Poco a poco fué aprendiéndo el lenguaje de las rocas, de los pájaros, de los vientos. Y mientras se daba sus obligados paseos, disfrutaba del paisaje.

Pero, durante un tiempo, el Sol lo pasó mal incluso con esto, pués algo misterioso sucedía cuando no podía observar a las criaturas de la tierra, y él se dió cuenta.

Las piedras decían sentirse frías por la mañana, el aire amenazador y los pájaros le declaraban su amor incondicional después de haberse visto claramente amenazados.

¿Cuál era el misterio? ¿Cómo eran las cosas tán cambiantes cuando tanto se había llegado a aburrir? ¿Desentrañaría aquél enigma?

 Tanto tanto se preguntaba el Sol por todas aquellas cuestiones que otro Astro se apiadó de él. Se trataba de la Luna; un astro grande y en cierta medida muy importante, pero pareciera que de menor categoría que el Sol. ¡Quiá! Pronto reveló su importancia la Luna.

La Luna, tenía un trabajo que parecía más fácil de desarrollar, se trataba de mirarlo todo desde muchas más perspectivas, con un ritmo más dinámico y fluido, dandose el caso de que algunas veces coincidía con el Sol y otras... Pués no.

La Luna tenía permitido ser cambiante, por ejemplo, razón por la cuál se mostraba grisacea cuando acompañaba al Sol y contrastadamente luminosa cuando no, pero además la Luna podía ocultarse de las miradas a veces, y en fin un montón de ventajas más.

Podría parecernos un tanto díscola, pero estaríamos cometiendo un gran error, pués la razón de sus "fáciles tareas" es que la más importante estaba todavía por aparecer.

La Luna comenzó sus primeros tiempos haciendole "trastadas" al Sol, se trataba de "Travesuras" que subían un poquito su autoestima con respecto al hermano mayor. Ya saben: hacer bajar y subir las mareas y esas cosas. Pero en el fondo le admiraba y por eso quiso ser tán constante cómo el Rey de los astros.

Nuestra historia no iría a más si no fuese porque la Luna observaba cómo su hermano se empezaba a encontrar indispuesto. Y ahí es dónde Ella comprendió que debía tomar las riendas de la situación.

Poco a poco, en los momentos en que menos se preocupaba por nosotros (aquellos en los que compartia el espacio visible desde nuestro planeta con el Gran Astro) comenzó por preguntarle entre susurros por la causa de sus males, y éste, pués se lo fué contando:

-Las aguas- Decía entre balbuceos- dicen que existe una cosa llamada obscuridad. Yo núnca he visto una cosa obscura.

La Luna le miró estupefacta.

-¿Y ese es tú problema?

-Quiero saber cómo se vén las cosas cuando yo no estoy ahí para mirarlas.

Tanto asombró a la Luna esta declaración que se apiadó profundamente de él.

-Tengo una idea, pero tienes que hacerme una promesa.

-¿Y qué promesa es esa?

-Voy a inventar un nuevo don para tí, pero a cambio, necesito que sigas haciendo tu trabajo cómo acostumbras.

-Eso está hecho, los dones son siempre buenos.

-Necesito que comprendas la diferencia entre los tonos de verdes de aquellos árboles. ¿Puedes verlos?

-Si claro, que tontería.

- Lo que voy a enseñarte es cómo la diferencia entre ese tono y ese otro- Proclamó señalando dos muy parecidos de entre los visibles. - Cuando no estás tú, la diferencia es un millón de veces mayor. ¿Prometes seguir trabajando cómo hasta ahora?

- ¡Si, si, quiero verlo!

Y la Luna eclipsó al Sol, y el Sol, sobre el hombro de la Luna, pudo ver la penumbra.

-¡Increible! - Gritó el Sol retozandose con las pilas puestas- Pero ¿Donde está mi Don?

- Ya te lo he dado: Se llama imaginación. Y he descubierto cuál es el mio. Se trata de la Inspiración.

Y así es cómo, grácias a la Luna, el Sol sigue iluminadonos todos los días.

sequia

El campesino estaba cansado de intentar arrancarle algo a la árida tierra, estaba cansado de la miserable utilidad que aún le quedaba a su herramienta. Tán solo restaba volver con los suyos, con los pocos que quedaban, con mil lágrimas regresó a su casa y dejó la pala plantada, prometiendose no volver a tocarla. La sequía había sido tán larga que no tenía fuerzas ni víveres. Pasaría el resto de su tiempo abrazando a sus hijos. Lugrubremente y bajo el intenso sol se dirigió a su choza. Allí, donde quedaba una sombra. Su hijo pequeño: Ignacio, le preguntó: - Papá ¿Dónde se ha ido mamá? - Al cielo Ignacio, a intentar convencer a Dios para que vuelva a llover...